¿Como hablamos a nuestros hijos?
EDUCACIÓN
A veces, cuando un niño quiere algo y esto no está disponible, los adultos respondemos dándole una explicación lógica que entre nosotros entendemos pero que a él no le sirve de nada.
– ¡Quiero una galleta «X»!
– No hay, se han acabado y se me ha olvidado comprar más.
– ¡Quiero la galleta!!
La historia es ponerse en el lugar del niño, entender lo que desea y hacer la realidad más llevadera:
– ¡Quiero una galleta «x»!
-¡Ojalá me quedara alguna, se que te gustan mucho. Me encantaría tener poderes mágicos para hacer que apareciera una caja gigante!
Hay que escucharle con atención, reconocer sus sentimientos con la palabra para dar nombre a esos sentimientos. Hay que otorgarle sus deseos en la fantasía.
Esta es la mejor manera de mejorar la comunicación y que las dos partes se entiendan sin mayores tensiones. Probarlo en casa, a ver que ocurre…
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